Cepas centenarias
Desde la llegada de Miguel Torres a Chile, hemos viajado por todos los rincones de esta magnífica tierra en busca del mejor lugar para elaborar vinos únicos. Y hemos encontrado no uno, sino varios enclaves de características diferenciadas que aportan algo especial para la viticultura.
Con el concepto «Colección de Valles», Miguel Torres ofrece vinos de intenso carácter varietal procedentes de los distintos valles vitivinícolas del país.
Millapoa es una cápsula en el tiempo. Sus viñedos centenarios ubicados en el valle del Bío Bío son testigos de una historia que comenzó hace más de 100 años y que queremos contar hoy. En los inicios siglo XIX los agricultores que trabajaban incansablemente esta tierra encontraron en el río su gran aliado, solo él les permitía llegar a los pueblos más cercanos a comercializar su vino, su gran tesoro. Mantener el legado de las tradiciones es lo que nos hace sentir singulares. Cada racimo de uva País es reflejo de la experiencia de los que comenzaron esta senda y que hoy no están con nosotros.
Los vinos Gran Reserva de Miguel Torres es una de las primeras líneas de vino de la viña, proveniente exclusivamente del Valle de Curicó. Son el fruto directo de las innovaciones introducidas por Miguel Torres en 1979; tales como el uso de tinas de acero inoxidable, el control de la temperatura de fermentación y la crianza en barricas de roble francés.
Sin duda unas de la razones que lo hacen únicos es su prolongada crianza de 18 meses en barrica de roble francés ya que entre sus pares no es difícil encontrar un proceso de crianza tan prolongado.
Miguel Torres Ándica se hace bajo la visión de honrar la expresión natural y la biodiversidad del país que nos recibió hace 40 años. Este vino 100% orgánico certificado se elabora con el máximo respeto por los ecosistemas chilenos donde cultivamos nuestras uvas, desde el norte hasta la Patagonia, con un enfoque sostenible de la agricultura y conscientes del cambio climático.
«Recuperamos del pasado la variedad de uva más antigua de Chile»
Recuperamos del pasado la variedad más antigua, llegada a Chile en el S. XVII y cultivada por una gran cantidad de pequeños agricultores, la variedad “País”, la cual ha sido olvidada.
«Desde siempre, con el campo, con las personas»
Las cruces de piedra situadas a las afueras de la tierra, recibieron el nombre de Santa Digna. Estas cruces servían para delimitar los territorios y simbolizaban fortuna y protección para los que partían a países remotos.
“Una visión del pasado para cambiar el futuro”
Este es un vino dedicado a esta compañera que nos ayuda a conseguir un mejor equilibrio con la naturaleza y que nos acompaña incansable en caminatas a través de las escarpadas cumbres de los Andes.